En el pueblo sevillano de Olivares se celebra anualmente un mercado de artesanos, exposiciones, animación de calle, rondas musicales, teatro familiar, talleres; bajo el título de Mercado Barroco de Olivares. Esta entrada hace referencia a la edición del año 2019.
El Condado de Olivares es el título nobiliario español que el Rey Carlos I concedió en 1539 a Pedro Pérez de Guzmán y Zúñiga, hijo del III duque de Medina-Sidonia y Contador mayor del Rey. Su nombre se refiere al municipio andaluz de Olivares, en la provincia de Sevilla. El Condado de Olivares es el título principal de la Casa de Olivares.
En 2019 España celebró el V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, un acontecimiento declarado de interés público por el Gobierno de España. La primera vuelta al mundo es el símbolo de una época en la que la voluntad, la audacia y el ansia de conocer del hombre se imponen al miedo y a los vacíos de lo desconocido, pero es también un símbolo del plus ultra, de la actitud del hombre de todas las épocas ante la frontera y los desafíos de la exploración. La primera vuelta al mundo es, en sí, una metáfora de todos los viajes: desde los grandes desafíos colectivos a los pequeños retos individuales.
El Mercado Barroco de 2019 giró entorno a este acontecimiento, personalizando el cartel a esta efeméride, dotándolo de elementos con una gran carga simbólica.
Realizado sobre papel de acuarela granulado y madera, el cartel combina varias téncicas como el dibujo a grafito, carbón y bolígrafo, acuarela, óleo y pastel, además de tener, entre otras peculiaridades el efecto tridimensional, al colocar el papel, que simula una carta de navegación en la que aparece la Nao Victoria bajo un mapa mundi y el escudo de la Casa Condal de Olivares, sobre la madera, pendido por cuatro clavos repujados manualmente en metal dorado.
En la tabla podemos observar, además el ángel de la fortuna soplando las velas de la Nao. Justo en el otro extremo, vemos como emergen una rama de olivar, haciendo alusión a los primeros olivos que llegaron al nuevo continente que provenían de estas tierras. En la parte inferior, se puede leer la leyenta “OLIVARES BARROCO”, con la peculiaridad de que la frase empieza y termina con la “rosa de los vientos” a modo de letra “O”, que “marcan las direcciones” de principio a fin en la edición de ese año.
La combinación de los colores fríos alusivos a la mar contrastan con los cálidos de la tierra en el fondo. Además, combina de una forma agradable a la vista elementos contemporáneos con los tradicionales de la cartelería, obteniendo como resultado una obra única.
Arriba
I: Fachada del Palacio del Conde-duque de Olivares
D: Escudo de Pedro de Guzmán, I Conde de Olivares
Abajo
I: Puerta de entrada al palacio
C: Posado del actor que interpreta al Conde-duque de Olivares
Patio del Palacio, actual Ayuntamiento
Retrato, pendón, escudo de armas del Conde-duque
Fernando de Magallanes, persona que lo representa,
equipación militar similar a la que pudo llevar Magallanes
en la batalla de Mactán, astrolabio y ancla.
Arriba
I: Juan Sebastián Elcano,
C: Banderas de la Nao Victoria
D: Nao Victoria,
Abajo:
C: Figurante delante de la nao Victoria
D: Réplica de la Nao Victoria.
Personajes que realizan el pasacalles entre los que se encuentran
Velazquez pintando al Conde-duque y, con meninas bastante creciditas
Proyecto que tiene como objetivo poder desarrollar una escenificación histórica de las procesiones que se desarrollaban en el siglo XVII con motivo del Corpus.
En el siglo XVII, los monarcas españoles comenzaron a participar personalmente en la procesión del Corpus, que aparece consignada en las etiquetas reales y se incluye en los croquis protocolarios dibujados por grefieres y maestros de obras. La procesión venía precedida por la imagen del pecado que encarnaba la Tarasca, un gran bicho en forma de dragón o serpiente montado sobre un carro y confeccionado con madera, pasta de papel y tela, sobre el que había músicos, gigantonas, enanos, monos y otras variadas figuras.
El bien vence al mal