El nivel 1 va dirigido a niños que están empezando a leer y son capaces de comprender frases sencillas. Dominan las ilustraciones grandes, muy coloristas y de fantasía pero con algo de detalle, que permiten transmitir historias o contenidos atractivos y fáciles de entender. Se utilizan frases simples y separadas por punto y aparte o bien párrafos cortos de 3 a 4 líneas, con un tipo de letra ligada que les resulta más familiar a los niños por parecerse a la letra manuscrita. Dominan las ilustraciones grandes, muy coloristas y de fantasía pero con algo de detalle, que permiten transmitir historias o contenidos atractivos y fáciles de entender. Se utilizan frases simples y separadas por punto y aparte o bien párrafos cortos de 3 a 4 líneas, con un tipo de letra ligada que les resulta más familiar a los niños por parecerse a la letra manuscrita.
Ya sé leer
8 - 9 años.
El nivel 2 está pensado para niños y niñas de 8 y 9 años, que ya saben leer y pueden comprender relatos cortos. Son libros de 48 páginas que ofrecen versiones adaptadas de cuentos clásicos y de obras literarias, así como nuevas historias de ficción y textos divulgativos de temas que despiertan el interés de los niños de esta edad.
La aventura de leer
10 - 11 años.
Contienen bloques de texto de 6 a 8 líneas, con uno o dos párrafos, frases más largas y vocabulario de uso diario, en un tipo de letra grande con serifa y rasgos infantiles. Las ilustraciones, de tipo figurativo y con mucho detalle, ayudan a contextualizar el contenido escrito, que se encuentra dividido en capítulos para facilitar la lectura.
Un recorrido
por la historia de Málaga y su provincia, sus costumbres y
actividades en el siglo XIX. En este espacio, antigua posada del
siglo XVII, se puede pasear entre carruajes para el transporte con
animales, contemplar los oficios de la forja, la panadería, la pesca
o la imprenta. Descubrir la elaboración del vino y del aceite y
conocer el mundo rural, el folklore o la religiosidad popular.
Barro malagueño
Instrumentos y complementos para el cante y el baile de los verdiales.
Los Verdiales (o Fiesta
de Verdiales) son una manifestación festiva de origen antiquísimo y
campesino, naturaleza socio-musical privativa de determinados puntos
geográficos en la provincia de Málaga (comarca de
la Axarquía, Valle del Guadalhorce y Montes de
Málaga).
Consiste en un
particular fandango cantado y bailado con el acompañamiento
de una orquestina compuesta por un violín, de dos a
cuatro guitarras, un pandero, dos o más pares
de platillos (crótalos), varios palillos(castañuelas)
y, en algunos de sus estilos, un laúd o bandurria. En
las actuaciones este conjunto se completa con la figura del alcalde
-regidor que enarbolando una varilla (vara de mando)
designa al cantaor y autoriza el comienzo y final de la pieza
interpretada- y del abanderao, que marcha junto al alcalde al
frente del grupo bailando una bandera española, andaluza o con la
figura de la patrona de la comarca. También era costumbre sonar
una caracola marina adornada con cintas de colores para
avisar de la llegada del grupo a los cortijos cercanos.
En el argot, al conjunto
de tocaores (intérpretes músicos), cantaores (cantantes)
y bailaoras (bailarinas) se le denomina Panda de
Verdiales, y a sus interpretaciones, compuestas por tres o cuatro
coplas, luchas o revezos. Al miembro de una panda y al
aficionado a los Verdiales se le suele llamar fiestero o tonto,
remoquete jocoso este último relacionado con el hecho de que la
Fiesta Mayor de Verdiales se celebra tradicionalmente el día 28
de diciembre, festividad de los Santos Inocentes.
La Fiesta de Verdiales
constituye una de las expresiones culturales con más fuerte arraigo
en el territorio malagueño aunque está especialmente relacionada
con la comarca de los Montes, siendo los propios cantes y bailes
fruto de un contexto ecológico-cultural específico, donde se han
forjado y desarrollado, sin normativas rigoristas, entre
caminos, vereas, pagos o partíos aislados, ventas o
lagares, mostrando sus gentes, en la fragosidad de estos terrenos,
unas formas concretas de representación, ligadas a dichos lugares.
Por este motivo desde 2009 la Fiesta de Verdiales está en
proceso de ser declarada Bien de Interés Cultural con la
categoría Actividad de Interés Etnológico en varios municipios de
la provincia de Málaga. El término "verdiales"
remite al partío de "Los Verdiales", una comarca
olivarera malagueña en la que es común el cultivo de la variedad
de aceituna denominada verdial (del latín viridis:
verde, vigoroso, joven, vivo) por mantenerse verde aún madura. Dicho
partido se considera cuna de los Verdiales al estilo
Montes, y sobre él versa una copla frecuentemente cantada en dicho
estilo:
"Vengo de Los Verdiales
de Los Verdiales vengo
vengo de ver a una novia
que en Los Verdiales tengo."
Traje de Mantilla
Hábito para cofradía
Traje de flamenca
Mantilla. Mantón. Abanicos. Peinetas
Barro malagueño
La pesca
El cenachero es el pescador que en su cenacho o espuerta de esparto lleva el pescado fresco que pregona por las calles, haciendo bailar sus espuertas; un oficio ya desaparecido.
Son, visitas teatralizadas, nocturnas, que se realizan en el interior del Real Alcázar de Sevilla.
El Palacio Real en uso, más antiguo de Europa.
Si los
edificios guardan algo de las almas de aquellos que los habitaron, el
monumento sevillano, cuyos primeros vestigios como fortaleza se
remontan a los tiempos de Hispalis, tiene muchos fantasmas que
esconder entre sus vastos muros. Y esta suposición ha cristalizado
en un programa de visitas nocturnas que el patronato que regenta el
Real Alcázar, pone en marcha desde el mes de mayo hasta final de octubre, de la mano de la Compañía de
Teatro Clásico de Sevilla.
Un
caballero recién llegado del siglo de Oro recibe al grupo de
visitantes a la entrada al recinto, en el mismo lugar en el que en
tiempos existió el Corral de Comedias de La Montería, que feneció
en un incendio del que el mismo personaje, actor de profesión, dice
haberse salvado por poco. Con una sola frase -"Bienvenidos,
honrados caballeros y virtuosas damas. Descubrid el silencio, las
palabras olvidadas, el perfume de su aire, los espíritus de sus
moradores..."- comienza el viaje a través del tiempo para
conocer la historia del imponente edificio y los personajes
históricos que lo habitaron.
El
murmullo del agua en el patio del Yeso tras atravesar la Sala
de la Justicia, no apaga la voz de Almutamid, el más refinado de los
monarcas del reino de Sevilla, que llora ante los presentes la pérdida
de sus hijos entonando "versos que saltan sobre el tiempo".
"Lloré al paso de las perdices, volando libres sobre mí..."
recita un rey triste y dolido desconocedor de su inminente destierro a África, donde acabará sus días.
Conmemoración de la Proclamación de Felipe VI Rey de España Madrid 19 - Junio -2014 En la
sala de Audiencias, transformada en capilla en el siglo XVI, cubierta
con una rica techumbre de tracería
y ante el retablo de
la Virgen del Buen Aire o de los Mareantes, pintado por Alejo
Fernández en 1.535, a la que los marinos se encomendaban
antes de comenzar sus travesías y que en su parte central muestra a
la Virgen cobijando bajo su manto a un grupo de indígenas y de
navegantes (Cristóbal Colón, Americo Vespuccio, Juan de la Cosa,
los hermanos Pinzón e incluso el emperador Carlos). Como curiosidad,
señalar que se trata de la primera representación religiosa que se
realiza en Europa en relación con el descubrimiento del Nuevo Mundo.
Destaca el grupo de naves, representadas en el tramo inferior, entre
las que se pueden ver los diferentes tipos de los que disponía la
flota española en el siglo XVI, la Reina Isabel la Católica recibe a los visitantes.
Habla de sus conversaciones con Cristóbal Colón en este lugar y se queja de la frialdad del Real Alcázar de Sevilla, cuyos muros acumulan una presencia histórica tal, que la todopoderosa monarca acaba ordenando la marcha de todo su séquito a Granada.
"Aquí, nos, soñamos en exceso por el peso histórico del edificio", se lamenta refiriéndose a sí misma antes de despedir al grupo de visitantes con una delicada canción a capela.
A la izquierda, la reina Isabel.
En el centro, escudo del Almirante Cristóbal Colón.
A la derecha, la Reina continúa con su relato,
mientras contempla una maqueta, de la Carabela Santa María.
Detalle de la decoración de los artesonados del Cuarto Real Alto.
Estancias del Alcázar, donde se alojan los Reyes de España, cuando visitan Sevilla.
En el Patio de las Doncellas del Palacio Mudéjar, un músico toca el laúd y una bailarina interpreta una danza.
Detalle de la decoración de los techos de la Sala de Audiencias.
Cuarto Real Alto.
Al Patio de las Muñecas, llegan Don Pedro I y su amada y desdichada Doña María de Padilla.
Ésta, suspira por su amor y discute con él, mientras ambos
recorren este recinto del Palacio.
En los Baños que llevan su nombre, aparece el alma en pena de la desventurada.
En el Jardín de Troya, espera a los visitantes, la reina Isabel II de España.
Cuenta de su destierro en este Alcázar y hará un recorrido por las estancias del Palacio Gótico.
En la foto de la derecha, la vemos en el Gran Salón, también conocido como Sala de las Bóvedas, o Sala de Fiestas.
Aquí, la podemos ver, orando ante un retablo de la Virgen de la Antigua, realizado en el siglo XVIII por Diego de Castillejo y que contiene una copia anónima de la existente en la Catedral de Sevilla.
Aquí la vemos, despidiéndose de los asistentes.
que abandonan el Real Alcázar por la puerta del Apeadero,