jueves, 26 de octubre de 2017

Hospital de la Caridad (Sevilla)


El hospital de la Santa Caridad es un edificio del siglo XVII, sede de la institución benéfica promovida por el filántropo Miguel Mañara, nacido en Sevilla en 1622 y fallecido en la ciudad hispalense, en 1690. Se encuentra situada en el barrio del Arenal, en el antiguo arrabal de la Carreteria, a extramuros de la Sevilla histórica, limitando la parte trasera con la línea por donde corría la muralla que cercaba la ciudad.​
La institución de la Hermandad de la Santa Caridad remonta sus orígenes al siglo XV. Con el nombramiento de Miguel Mañara como hermano mayor en 1663, se llevaron a cabo la conclusión de las obras de la iglesia y la construcción del hospital, que acogería un gran número de pobres y enfermos.
Actualmente, alberga un asilo de ancianos.


 Marcapáginas magnético
Anverso y reverso


Busto de Don Miguel Mañara, azulejos y banco en el vestíbulo del Hospital.

Fuente de la Caridad
Azulejos del siglo XVII.
Arriba: El sacrificio de Isaac
Abajo: La Resurrección



Cúpula de la Iglesia de San Jorge


La decoración interior de la iglesia fue organizada por el propio Miguel Mañara, y en ella intervinieron artistas tan prestigiosos como Murillo, Valdés Leal, Pedro Roldán y Bernardo Simón de Pineda que plasmaron la inspiración de Mañara acerca de la caridad cristiana.
En las paredes laterales del sotocoro se encuentran dos de las obras maestras de Valdés Leal y que contienen una profunda meditación sobre la Muerte y los acontecimientos espirituales que la suceden: Finis gloriae mundi e In Ictu Oculi.
En el coro, también de Valdés Leal, se encuentra La Exaltación de la Cruz.
Las obras anteriormente descritas daban paso a las ocho pinturas de Murillo sobre las obras de misericordia, cuatro de las cuales fueron sustraídas, en 1810, durante la Guerra de la Independencia, por el mariscal francés Soult, que posteriormente exhibió orgullosamente en su casa de París. A su muerte, las pinturas fueron vendidas por sus herederos, encontrándose en diversos museos del mundo, la Galería Nacional británica de Londres, la Galería Nacional canadiense de Ottawa, la Galería Nacional estadounidense de Washington y el Ermitage de San Petersburgo.




Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos.
Bartolomé Esteban Murillo


Este cuadro forma parte de los ocho encargados a Murillo por La Santa Caridad. Representa a Santa Isabel de Hungría que en el siglo XIII hizo construir un hospital en su palacio donde curaba a los enfermos afectados por las enfermedades de la época: lepra, peste y tiña. La santa además de darle a los enfermos cobijo y comida, curaba cotidianamente sus heridas. 

Fuente de la Fe
Azulejos del siglo XVII
Arriba: Sansón con una quijada de asno mata a mil filisteos.
La Crucifixión



El retorno del hijo pródigo 
 Copia de Bartolomé Esteban Murillo
 (El original se encuentra en la “National Gallery of Art” de Washington, Estados Unidos)


La escena, está tomada del Nuevo Testamento, de una parábola de Jesús. El hijo menor pide a su padre la parte de la herencia que le corresponde y, tras dilapidarla con una vida disoluta y haber acabado pastoreando cerdos, vuelve a la casa del padre, pensando que podría vivir al menos como sirviente. Pide el perdón y éste en lugar de enfurecerse, acude a su encuentro y pide a sus criados que traigan paños limpios y que sacrifiquen al becerro cebado para hacer fiesta. 




San Juan de Dios transportando a un enfermo
  Bartolomé Esteban Murillo


La escena representa la historia de San Juan de Dios que, mientras vuelve a su casa en Granada, se encuentra a un enfermo en el camino. Sin preguntarle quien era ni qué le había ocurrido, lo cargó en sus espaldas y lo llevó a su casa para curarle. El cuadro recoge el momento en que San Juan, cansado, cae al suelo y en ese preciso instante el Ángel, enviado por Jesús, lo ayuda y le dice que el enfermo es el mismo Dios, el cual se le había aparecido para agradecerle su amor y su bondad hacia el prójimo. El mensaje hace una referencia explícita a la obligación de los Hermanos de la Caridad, de socorrer a pobres y enfermos encontrados en la calle, además de ser la imagen metafórica de aquel que posee todo y ayuda a quien no tiene nada y vive en la indigencia.


La Exaltación de la Cruz - Juan de Valdés Leal
Miguel Mañara murió en 1679 y por ello no vio finalizada la tercera y última parte del mensaje iconográfico, pero dejó por escrito aquello que debía ser realizado y que se le encargó a Juan de Valdés Leal en 1685. La obra narra como el emperador Heraclio lleva la Santa Cruz a Jerusalén. Cuando llega a su destino, es incapaz de cargar con la reliquia. En ese momento se abre el cielo y descienden los profetas, que le comunican que podrá entrar en Jerusalén sólo de manera humilde, como lo hizo Jesús. Heraclio entonces baja del caballo, se quita la armadura, los ricos ropajes y carga la Cruz sobre sus hombros, de esta manera se abren las puertas de la ciudad. 



Santo Cristo de la Caridad.
Pedro Roldán


Retablo del Santo Cristo de la Caridad 
La iconografía de esta escultura, titular del retablo realizado por Bernardo Simón de Pineda, fue sugerida al autor, Pedro Roldán, por el propio Miguel Mañara, y en las actas de la Caridad se recoge el siguiente testimonio sobre esta obra: “antes de entrar Cristo en la Pasión hizo oración y a mi me vino el pensamiento de que sería ésta la forma como estaba, y así lo mandé hacer porque así lo discurrí”. Roldán refleja el elevado patetismo con una poderosa policromía que representa el cuerpo totalmente ensangrentado.




Retablo Mayor
El entierro de Cristo
 Pedro Roldán


Bello retablo barroco en el que está representada la séptima obra de misericordia. El relieve del descendimiento es de Valdés Leal, las esculturas son de Pedro Roldán y el retablo fue realizado por Bernardo Simón de Pineda. La figura principal representa el entierro de Cristo y se refiere a la obra de misericordia de dar cristiana sepultura a los difuntos. Esa imagen nos recuerda a la que fue una de las principales misiones de la Hermandad en el siglo XV, la de darle sepultura digna y cristiana a las personas ajusticiadas. 



Ángeles del Retablo Mayor







Patio del Hospital de la Caridad con azulejos del siglo XVII
Arriba: Cristo ayudado por Simón de Cirene.
Abajo:
I: Moisés y la serpiente de bronce.
II: Jonás arrojado a la orilla por una ballena



Anverso y reverso
Venerable Miguel Mañara


Este monumento erigido al Venerable Miguel Mañara,
se encuentra ubicado en los jardines de la Caridad frente al Hospital.



 Escalera de bajada a la cripta, donde se encuentran sus restos
El cuadro de la derecha, representa a Don Miguel Mañara leyendo la Regla de la Santa Caridad.

Los objetos que aparecen en el cuadro, tales como la mesa, la cruz y la caja donde votaba el cabildo de la Hermandad, como se puede comprobar, aún se conservan.










2 comentarios:

  1. Un edificio lleno de arte (como se muestra en esos bonitos marcapáginas), pero todavía es más atrayente a lo que fue dedicado ese Hospital de la Caridad, que de alguna forma ha mantenido esa finalidad social.

    Un abrazo, Lucía.

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    1. Es una belleza y poco conocido. Ha quedado fantástica la nueva iluminación y pronto lo podremos ver, en la lista de lugares a visitar, en el Año Murillo.
      Afortunadamente, ha mantenido una finalidad social.
      Gracias, Justa.
      Un abrazo.
      Lucía.

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