El
Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es uno de los
espacios protegidos de mayor extensión de la región andaluza. Ocupa
la parte más occidental de Sierra Morena, actuando su superficie
como un corredor biológico de capital trascendencia.
Su
paisaje no destaca por la espectacularidad del relieve, ni su
cubierta vegetal se significa por la ausencia de intervención
antrópica. Al contrario. Se trata, más bien, de un conjunto
montañoso que se caracteriza por pendientes generalmente suaves que
conforman unas sierras poco elevadas. La vegetación, asimismo,
aunque gracias a la alta pluviosidad se extiende prácticamente por
todo su territorio, da muestras de un grado de manejo humano
considerable. Sin embargo, todo ello contribuye a constituir una
armónica simbiosis de hombre y biosfera poco común en nuestro país,
rica al mismo tiempo en valores naturales y culturales. Se podría
decir, en suma, que estamos ante el bosque habitado.
En
este sentido, entre los principales elementos caracterizadores de
dicha simbiosis se podrían enumerar los castañares, cultivo arbóreo
de gran valor paisajístico y económico, las dehesas, la más
racional forma explotación de medio natural en la Península, y la
bien conservada arquitectura de sus bellísimos pueblos, que,
milagrosamente, ha llegado hasta nuestros días.
La red
de caminos, señalizados o no, de este Parque es muy notable. Sin
embargo, este patrimonio en forma de senderos y veredas del que
tenemos la suerte de disponer se encuentra infrautilizado por los
numerosos visitantes de este espacio protegido, que acuden
principalmente desde los grandes núcleos de población, como es el
caso de Sevilla. Dar a conocer ese patrimonio y sacarlo a la luz es
la finalidad de este guía excursionista. Pero, sobre todo, que
seamos capaces de admirarlo sin menoscabar su gran belleza.
El
Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas
constituye el mayor espacio protegido de la Península Ibérica. Su
extensión, más de 214.000 ha, le hace ocupar una superficie
equivalente a la de toda la provincia de Vizcaya, convirtiéndole en
uno de los mayores territorios destinados a la conservación del
continente europeo.
Sierras
de Cazorla, Segura y Las Villas. Guía del excursionista
Pero
no solamente por la enorme extensión protegida bajo esta figura es
importante el territorio del que es objeto este libro. Lo es también
por sus grandes valores naturales. Aquí se encuentra la mayor mancha
forestal de España. Es el segundo lugar de nuestro país, tras
Sierra Nevada, en riqueza de flora endémica. Constituye uno de los
enclaves faunísticos más importantes de Europa. Por otra parte, es
un significativo nudo hidrográfico, cuna del río Segura y de la
principal arteria fluvial de Andalucía, el Guadalquivir.
El
paisaje que el viajero puede contemplar es una admirable síntesis de
los mejores valores de las montañas andaluzas: enérgicos picos,
profundos cañones, solitarias y amplias altiplanicies, pequeñas
aldeas perdidas en recónditos parajes, en donde el tiempo parece
detenido…
A
pesar de la fama de este espacio protegido, muchas áreas de su
interior permanecen casi inéditas. Con las 50 propuestas para
caminar por estas sierras que figuran en la presente guía, su autor
pretende que ese desconocimiento se torne en admiración y respeto
por un paisaje del que todos los andaluces hemos de sentirnos
orgullosos.
El
Valle del Guadiaro es uno de esos parajes andaluces que aún
permanecen vírgenes para el turista que los visita. Lejos de las
aglomeraciones que caracterizan a otros espacios naturales, estas
sierras suponen para el caminante un paraíso en el que el canto de
los pájaros y el sonido del viento entre los árboles no son
perturbados por la acción del hombre.
Una
enorme diversidad climática y geológica permite que se desarrolle
una amplia gama de formaciones vegetales que van desde los matorrales
de alta montaña hasta los bosques de laurisilva, pasando por
importantes masas de alcornoques, encinas, quejigos e incluso
castaños. Estos ecosistemas a su vez albergan una de las mejores
representaciones faunísticas de Europa en la que sobresalen las
poblaciones de buitre leonado, cabra montesa y murciélagos. Todo
ello ha propiciado que gran parte de su territorio quede incluido
dentro de los parques naturales Sierra de Grazalema y Los
Alcornocales.
Pero
no todo es naturaleza. Su emplazamiento en una importante vía de
comunicación ha significado que estas tierras hayan vivido una
intensa historia desde hace 200.000 años. Iberos, fenicios, romanos,
visigodos, árabes y castellanos han dejado su huella en un
impresionante patrimonio en el que destaca la Cueva de la Pileta.
Fruto de ese devenir histórico son los cuatro pueblos que componen
el valle, poblaciones de blanca cal y trazado árabe que atesoran
tradiciones únicas y una rica gastronomía en la que resaltan las
chacinas.
Las
veinte rutas que aparecen en este libro pretenden que el amante de la
naturaleza y todo aquel que recorra estos privilegiados paisajes
pueda disfrutar de la riqueza natural y patrimonial que guarda esta
zona de Málaga.
Los mps los conozco, pues los tengo en mi colección, pero las explicaciones, son muy instructivas y te invitan a coger el petate y visitar tan bellos lugares.
ResponderEliminarSaludos
En esta época del año están deslumbrantes.
EliminarSaludos.
Lucía.
Interesantes explicaciones de sitios preciosos.
ResponderEliminarGracias compañera, desde luego que son preciosos.
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