jueves, 16 de mayo de 2013

Editorial La Serranía ( I )





El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es uno de los espacios protegidos de mayor extensión de la región andaluza. Ocupa la parte más occidental de Sierra Morena, actuando su superficie como un corredor biológico de capital trascendencia.
Su paisaje no destaca por la espectacularidad del relieve, ni su cubierta vegetal se significa por la ausencia de intervención antrópica. Al contrario. Se trata, más bien, de un conjunto montañoso que se caracteriza por pendientes generalmente suaves que conforman unas sierras poco elevadas. La vegetación, asimismo, aunque gracias a la alta pluviosidad se extiende prácticamente por todo su territorio, da muestras de un grado de manejo humano considerable. Sin embargo, todo ello contribuye a constituir una armónica simbiosis de hombre y biosfera poco común en nuestro país, rica al mismo tiempo en valores naturales y culturales. Se podría decir, en suma, que estamos ante el bosque habitado.
En este sentido, entre los principales elementos caracterizadores de dicha simbiosis se podrían enumerar los castañares, cultivo arbóreo de gran valor paisajístico y económico, las dehesas, la más racional forma explotación de medio natural en la Península, y la bien conservada arquitectura de sus bellísimos pueblos, que, milagrosamente, ha llegado hasta nuestros días.
La red de caminos, señalizados o no, de este Parque es muy notable. Sin embargo, este patrimonio en forma de senderos y veredas del que tenemos la suerte de disponer se encuentra infrautilizado por los numerosos visitantes de este espacio protegido, que acuden principalmente desde los grandes núcleos de población, como es el caso de Sevilla. Dar a conocer ese patrimonio y sacarlo a la luz es la finalidad de este guía excursionista. Pero, sobre todo, que seamos capaces de admirarlo sin menoscabar su gran belleza.



El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas constituye el mayor espacio protegido de la Península Ibérica. Su extensión, más de 214.000 ha, le hace ocupar una superficie equivalente a la de toda la provincia de Vizcaya, convirtiéndole en uno de los mayores territorios destinados a la conservación del continente europeo.

Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Guía del excursionista
Pero no solamente por la enorme extensión protegida bajo esta figura es importante el territorio del que es objeto este libro. Lo es también por sus grandes valores naturales. Aquí se encuentra la mayor mancha forestal de España. Es el segundo lugar de nuestro país, tras Sierra Nevada, en riqueza de flora endémica. Constituye uno de los enclaves faunísticos más importantes de Europa. Por otra parte, es un significativo nudo hidrográfico, cuna del río Segura y de la principal arteria fluvial de Andalucía, el Guadalquivir.
El paisaje que el viajero puede contemplar es una admirable síntesis de los mejores valores de las montañas andaluzas: enérgicos picos, profundos cañones, solitarias y amplias altiplanicies, pequeñas aldeas perdidas en recónditos parajes, en donde el tiempo parece detenido…
A pesar de la fama de este espacio protegido, muchas áreas de su interior permanecen casi inéditas. Con las 50 propuestas para caminar por estas sierras que figuran en la presente guía, su autor pretende que ese desconocimiento se torne en admiración y respeto por un paisaje del que todos los andaluces hemos de sentirnos orgullosos.



El Valle del Guadiaro es uno de esos parajes andaluces que aún permanecen vírgenes para el turista que los visita. Lejos de las aglomeraciones que caracterizan a otros espacios naturales, estas sierras suponen para el caminante un paraíso en el que el canto de los pájaros y el sonido del viento entre los árboles no son perturbados por la acción del hombre.
Una enorme diversidad climática y geológica permite que se desarrolle una amplia gama de formaciones vegetales que van desde los matorrales de alta montaña hasta los bosques de laurisilva, pasando por importantes masas de alcornoques, encinas, quejigos e incluso castaños. Estos ecosistemas a su vez albergan una de las mejores representaciones faunísticas de Europa en la que sobresalen las poblaciones de buitre leonado, cabra montesa y murciélagos. Todo ello ha propiciado que gran parte de su territorio quede incluido dentro de los parques naturales Sierra de Grazalema y Los Alcornocales.
Pero no todo es naturaleza. Su emplazamiento en una importante vía de comunicación ha significado que estas tierras hayan vivido una intensa historia desde hace 200.000 años. Iberos, fenicios, romanos, visigodos, árabes y castellanos han dejado su huella en un impresionante patrimonio en el que destaca la Cueva de la Pileta. Fruto de ese devenir histórico son los cuatro pueblos que componen el valle, poblaciones de blanca cal y trazado árabe que atesoran tradiciones únicas y una rica gastronomía en la que resaltan las chacinas.
Las veinte rutas que aparecen en este libro pretenden que el amante de la naturaleza y todo aquel que recorra estos privilegiados paisajes pueda disfrutar de la riqueza natural y patrimonial que guarda esta zona de Málaga.



4 comentarios:

  1. Los mps los conozco, pues los tengo en mi colección, pero las explicaciones, son muy instructivas y te invitan a coger el petate y visitar tan bellos lugares.
    Saludos

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  2. Interesantes explicaciones de sitios preciosos.

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