lunes, 11 de abril de 2016

El Palacio de las Dueñas en Sevilla ( I )



Desde hace algunas semanas está abierto al público este palacio en Sevilla, donde vivió y falleció  en el año 2014 la Duquesa Cayetana de Alba.

Las Dueñas toma su nombre del desaparecido monasterio de Santa María de las Dueñas, ubicado en el solar colindante y demolido en 1868. Su origen fue la Casa-Palacio de los Pineda, señores de Casa Bermeja, que constituían uno de los linajes del patriciado de Sevilla. Sus miembros ejercieron importantes oficios como la escribanía mayor del Cabildo de la ciudad y participaron en episodios bélicos de la Guerra de Granada.
Precisamente durante esta batalla, y con el objetivo de liberar a Juan de Pineda en 1483, la familia vende la vivienda en 1496 a Catalina de Ribera, cuyo hijo Fernando transforma la casa en palacio renacentista. Años más tarde, el segundo hijo de éste, don Fernando Enríquez de Ribera y Portocarrero, acomete importantes obras de restauración y ampliación de la vivienda tras casarse con Juana Cortés, hija del conquistador de Méjico.
En 1612, Antonia Enríquez de Ribera, heredera e hija de Fernando, se casa con Fernando Álvarez de Toledo, futuro VI duque de Alba. Desde esta fecha, Las Dueñas pertenece a la Casa de Alba.

La entrada en el palacio se realiza por un arco neoclásico, enmarcado por pilastras toscanas y rematado por un frontón triangular que da acceso a los jardines. En la parte superior del arco principal destaca un escudo del ducado de Alba en azulejo fabricado en Triana del siglo XVII - XVIII, cuartelado de los linajes de Toledo y Beamont, con el escusón de los Silva, apellido que reemplazó al primitivo Toledo desde el siglo XVIII. Las insignias de condestable, el Toisón y el Saint Sprit completan los atributos heráldicos con la leyenda de la Casa "Tv in ea et ego pro ea" el lema en latín de los Alvarez de Toledo se traduce al español "Tú en ella y yo por ella" que significa "Dios en la patria y yo por la patria. Fue realizado en 1771 durante una estancia en Sevilla de XII duque, Don Fernando Silva Álvarez de Toledo.



Alicatado de estrellas de Triana.
Siglo XVI. Capilla del Palacio.

En la foto de la derecha, una imagen del rey San Fernando patrón de Sevilla





Vista del patio principal del Palacio.
Anverso y reverso

El patio principal es una de las mejores creaciones del arte morisco sevillano y consta de dos cuerpos, el inferior con arcos de medio punto adornados en sus frentes y en el intradós, con primorosas yeserías, en el cuerpo superior existen solamente dos galerías con arcos escarzanos y motivos decorativos semejantes a los de la planta baja. El conjunto se completa con grandes puertas con taraceas que dan ingreso a los salones del piso inferior y las cancelas que comunican con un nuevo jardín y otro patio.



Azulejo conmemorativo del nacimiento de Antonio Machado en el Palacio de las Dueñas,
Sevilla, Julio de 1875. 
El marcapáginas es magnético.


En el pretil de jaspe, reclinado,
mil tardes soñadoras he pasado,
de una inerte congoja sorprendido,
el símbolo admirando de agua y piedra
y a su misterio unido
 por invisible abrazadora hiedra...


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero...


Esta luz de Sevilla... Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho. La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio.

Mi padre, aun joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea.
A veces habla solo, a veces canta.


Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.

Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.



Azulejos renacentistas.
Cerámica de Triana. S. XVI.



Sevillanas en el balcón. Detalle.
Tulla. S. XX. Óleo sobre lienzo.




Marcapáginas magnético.
Francisco de Goya 1746 -1828
Duquesa de Alba de blanco.


Jardín de Santa Justa.

Llamado con ese nombre, por encontrarse en él este azulejo donde están representadas las santas
sevillanas Justa y Rufina, alfareras de Triana. Reproducción del lienzo que se expone en la sacristía de la Catedral de Sevilla y cuyo autor es Francisco de Goya y Lucientes.





6 comentarios:

  1. El Palacio de Dueñas siempre lo he asociado a Antonio Machado y "su huerto claro donde madura el limonero". Gracias por "pasearnos" por él.
    Desconocía lo del jardín de Santa Justa, preciosa azulejería.

    Un abrazo.

    Justa

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    1. El paseo sí lo he podido publicar, pero no el aroma del azahar; con el paso del tiempo se podrá hacer.
      El Jardín de Santa Justa, es un rincón acogedor y perfumado.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.
      Lucía.

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  2. Otro lugar para visitar en Sevilla. Por lo que se ve en tus fotos, merece la pena. Los mps en consonancia con el lugar; preciosos.
    Un abrazo

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    1. Merece la pena recorrer las estancias, pasear y sentarse a disfrutar de los jardines tan hermosos.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.
      Lucía.

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  3. ¡ Qué maravilla!
    Lo que me gusta más: Tus fotografías. Los marcapáginas también preciosos.
    Si puedo volver, lo visitaré, ahora que lo han abierto al público.
    Mira que hacía tiempo que no oía hablar de las Santas Justa y Rufina...En casa, de pequeña encontré un libro sobre vidas de santos y entre otros, estaban sus biografías...Voy a ver si está aquí...Cuando estaba enferma, pero tenía ánimos, leía éste y Platero y yo. Me has hecho regresar a la infancia. Gracias por ello y por tus entradas de fábula.

    Un abrazo

    Luisa

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    1. Muchas gracias, María Luisa. Me alegro que te hayan gustado las fotos y los marcapáginas.
      Si lo visitas, creo que te agradará, porque es una maravilla.
      Las santas Justa y Rufina, están presentes en muchos rincones del Palacio y fuera de él. La estación del AVE se llama Santa Justa. En la catedral hay un altar, cuadros entre los que se encuentra en la sacristía el pintado por Goya y en diversas iglesias. El lugar donde estuvieron encarceladas, también se conserva.
      Es una alegría saber que con esta entrada, hayas regresado a tu infancia.
      Muy agradecida por tu comentario.
      Un abrazo.
      Lucía.

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