Al pie de la sierra volcánica de Cabo de Gata, sobre la Llanura litoral que cierra por su extremo este la Bahía de Almería, se sitúa el Área de Reserva de las Salinas.
Las salinas de Cabo de Gata son las únicas que permanecen en actividad industrial en Andalucía Oriental y aparte de su valor productivo, unas 40.000 toneladas anuales de sal, poseen un valor ecológico mucho mayor pues es el hábitat de multitud de especies animales y vegetales.
El origen de la explotación salinera puede remontarse al periodo fenicio o cartaginés, existiendo evidencias arqueológicas de que en periodo romano había una industria de la salazón. Ocupan una extensión aproximada de 400 hectáreas de terrenos inundables y el aporte de agua se realiza mediante un complejo sistema de canales aprovechando el desnivel que tienen respecto al mar, y a través de numerosas ramblas que desembocan en el salar aportando agua de lluvia. Se encuentran paralelas a la línea de costa, junto a la playa de las Salinas, y entre la barriada de Cabo de Gata y la cordillera montañosa que termina en el mar con el faro de Cabo de Gata.
Se han contabilizado más de 100 especies distintas de aves en estos humedales, siendo un 70% de este número, aves que utilizan las salinas como lugar de descanso en su proceso migratorio y el resto, aprovechando los templados inviernos de la zona, lo han fijado como su residencia. Una de las riquezas ornitológicas de estos humedales es el gran número de flamencos rosados, o flamenco común, que se pueden observar. En época veraniega que coincide con su paso migratorio, sobretodo a finales de julio y principios de agosto, la colonia puede llegar a estar formada por miles de individuos, unos centenares de estos zancudos pasan todo el año en estos humedales.
En las Salinas existen dos puestos de observación ornitológica, su emplazamiento está marcado en el mapa, para contemplar a las aves. Para una buen disfrute de la experiencia será necesario que vayamos preparados con unos prismáticos o, si queremos fotografiar, algún buen objetivo de aumento para nuestra cámara, ya que los puestos de observación se encuentran alejados de los animales para no molestarlos.
También esta zona húmeda es parada y fonda en la ruta migratoria del Mediterráneo occidental de las aves entre Europa y África. De febrero y marzo y de septiembre a octubre son los mejores meses para observar las aves. Un lugar excelente de invernada para las especies anátidas y limícolas, además de la significativa y endémica gaviota de Audouin, otras viven de la multitud de alimento que habita entre los fangos como los archibebes, agujas, correlimos. En la época estival arriban aves que, como el llamativo y vistoso flamenco rosa, encuentran en estas lagunas el agua que el estío ha desecado en el resto de lagunas naturales del sur y sureste peninsular. Además la avoceta, el chorlitejo patinegro, la cigüeñuela son especies acuáticas que nidifican en las salinas.
Fuente: Internet
Un lugar muy interesante para visitar, por la explotación de la sal y por la observación de las aves. Los mps, sencillos, pero muy bonitos
ResponderEliminarUn abrazo
Un precioso lugar para disfrutar recreándose en la naturaleza.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Lucía.
Refrescante entrada (al igual que la cabecera).
ResponderEliminarUn abrazo.
La cabecera, procedente de un espacio refrescante como es el Parque de María Luisa.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Lucía.